Como nos tiene acostumbrados, el Prof. Ulises Romero, nos regaló unas hermosas palabras alusivas, que ni bien me las envíe, las voy a postear, vale la pena, se los aseguro. El coro de la escuela también tuvo su protagonismo y nos deleitó con sus canciones populares. Les dejo una presentación con imágenes del acto y las palabras alusivas del profesor Ulises Romero:
DESPEDIDA 2011
Me
pidieron que escriba unas palabras de despedida para este acto, para
este acto de egresados, en el que hoy se “va”, entre comillas, en traje o
con vestido de gala, (o con jean y remera, ¿cuál hay?) la promoción
número 20 de la Escuela Molina Campos.
No
se asusten: no voy a hacer un discurso florido con palabras
lacrimógenas. (Cuando yo era joven se acostumbraba poner una canción de
Diego Torres para que todos lloren.) Tampoco voy a hablar de Silvio
Astier ni voy a dar la clave para entender el final de Cien Años de
Soledad. Pero para enfrentarme a esta multitud que me mira (¿me miran?)
voy a hacer como los poetas, que se disfrazan de multitudes, y pueden
ser otros siendo verdaderos nadies, para estar un poco más cerca de
todos, para serle a la zurda más que diestro. Así que los voy a saludar,
los quiero saludar, hoy, a todos. Uno por Uno. Con besos. Permiso.
Mejor los besos después, a la salida, con el numerito del ticket de la
foto van haciendo fila que les doy beso a todos.
Es
que hoy es uno de esos días en que me dan ganas de querer a todos, de
quererlos a la fuerza, de plancharles el pañuelo que se les asoma en el
traje o de acomodarle un cachito las trenzas que se desbordan en la
espalda, o de martillar un taco aguja salido, o de terminar de cincelar
las uñas francesas esculpidas…
Por
eso quiero saludarlos a todos: al que llora, al que pasa, al que se
esconde atrás del compañero, al que ni me conoce pero me saluda puntual
en el patio, y también al que se cruza de vereda para no saludar (hoy es
el momento: después yo también me cruzo de vereda, para estar iguales),
a la que tiene voz de locutora, al que siempre está esperando que haga
algo gracioso, al que no entiende por qué siempre entro al aula cuando
está Ricardo, a la que siempre hace el gesto de OK, a la que leyó una
sola fotocopia en todo el año pero le gustó, al que le daba vergüenza
actuar pero le ponía onda, al que en este momento está pensando “¿y este
pelado qué se cree?”, a la que valientemente increpó conmigo, junto con
Florencia y Aleida a upa, a un chofer de colectivo que no quería
devolverle la tarjeta a una compañera, al que está esperando que lo
nombre, al que está súper seguro de la carrera a la que se va anotar
pasado mañana pero todavía debe lengua de 1ero polimodal, a la que no se
identifica, al que no puede dormir, al que no habla: quiero darle beso.
Hoy. Me urge. Soy así. Quizá porque vengo de otro siglo. O quizá porque
yo también fui un egresado de traje con uñas esculpidas.
Y
quiero, para terminar, al borde de este escenario, ahora que tengo
lleno de pecho el corazón, ayudarle a reír al que sonríe, para que
todos, todos, todos y todas… salgan bien en la foto.
Gracias.
(Gracias César, gracias Alejandro, gracias Silvio, gracias Liliana, Sergio, Carlos, Matías, ...................)
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