sábado, 10 de abril de 2010

CUENTOS DEL FINDE

Victoria Ocampo: Promotora de la educación, la cultura y la mujer argentina.
Algunos pensamientos …

"Debía tener a lo sumo nueve años
cuando un día de verano,en ese lugar de
Villa Ocampo que mis tíos abuelos
llamaban "el corredor del río", pensaba,
casi en alta voz, aspirando el
perfume de los jazmines:
"El amor lo es todo.Todo,todo,todo.
Todo depende de él en este mundo y todo
viene de él, existe por él.
No hay que buscar nada más..."


"A mí me hubiera aliviado hablar en
tercera persona de mí misma
no sólo por las ventajas que ofrece (especialmente si uno habla de
sí mismo en esa tercera-primera-persona
que son tan a menudo las novelas y cuentos),sino porque me
siento, por momentos, tan lejos de cierto
mí misma como lo puedo estar
del pelo que me han cortado
y barren en la peluqueria, o de
la uña que me limo y vuela
al aire hecha polvo.
Yo no soy "aquello",lo perecedero
que formó parte de mí y ya nada tiene que ver
conmigo. Soy lo otro. Pero ¿Qué?."

"Sabía, por experiencia, que cuando
se quería mucho mucho a alguien (a mis padres,
mis hermanas, a Vitala, a madrina,
a L.G.F.) una soñaba con darle
cosas. Ignoraba que esto se
aplicaba infinitamente más a Dios.
Que a Dios no se le podia pedir nada.
Que a el se le daba.Y que ese dar
era el dar más incomprensiblemente
grande que de el recibiamos.
Que eso, en definitiva, era amor, que
menos que eso resultaba siempre
insuficiente y falaz."


Victoria Ocampo La ensayista y traductora Victoria Ocampo nació en Buenos Aires el 7 de abril de 1890, en el seno de una familia de la elite tradicional argentina. A los seis años, con su familia, realizó el primero de una serie interminable de viajes a Europa. Para liberarse de las rígidas reglas familiares, en 1912 se casó con Luis Bernardo de Estrada, pero al año siguiente conoció a Julián Martínez, con quien sostuvo una intensa relación sentimental. Sin embargo, para no romper con las convenciones sociales, continuó viviendo con su marido ocho años más. En 1924, la editorial Revista de Occidente, dirigida por Ortega y Gasset, publicó su primer ensayo, De Francesca a Beatrice, al que le siguió La laguna de los nenúfares (1926). Nuevamente en Europa y después de haber terminado su relación con Julián Martínez, conoció al Conde de Keyserling y a Drieu La Rochelle. En 1931 fundó la revista Sur y, dos años más tarde, la editorial del mismo nombre, en la cual publicó a autores argentinos y tradujo a importantes escritores extranjeros. En 1935, apareció el primer tomo de sus Testimonios (el décimo y último apareció en 1977). Al año siguiente, fue vicepresidenta del Congreso Internacional de los PEN Clubs. En los años cincuenta, delatada como opositora al peronismo, fue encarcelada en el Buen Pastor por veintiséis días. En 1956 presidió el Fondo Nacional de las Artes. Además de su constante trabajo como traductora, aparecieron sus libros Habla el algarrobo (1960), Tagore en las barrancas de San Isidro (1961), La bella y sus enamorados (1964), Diálogo con Borges y Diálogo con Mallea en 1969. En noviembre de 1970, en un artículo publicado en el diario La Nación, anunció el cierre de la revista Sur. Días después, la revista Confirmado le realizó esta breve entrevista, titulada “Victoria Ocampo. Fiesta y muerte ajenas”, que se publicó en la sección titulada “Opiniones”. La nota muestra a una impaciente y fastidiada Victoria Ocampo que, casi a su pesar, se somete al interrogatorio periodístico.

Recién en junio del año siguiente, después de diez meses, apareció el número 326/28 de Sur, dedicado a la mujer, en el cual se anunciaba como revista bianual. Sin embargo, se trataba del último número activo realizado en vida de Victoria, pues los demás números se dedicaron a reeditar antologías de trabajos ya publicados. En 1976 fue designada miembro de número de la Academia Argentina de Letras, cargo que por primera vez ocupó una mujer. Murió en San Isidro el 27 de enero de 1979. Durante ese año, comenzaron a publicarse los seis volúmenes de su Autobiografía, que había comenzado a escribir en 1952.


Fuente: Página 12 (17 de enero de 2006)

2 comentarios:

  1. Leer esta entrada me recordó la visita a Villa Ocampo.

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  2. Gracias nuevamente, siempre atento a lo que se postea en este Blog. Estas entradas de distintas mujeres argentinas, protagonistas de nuestra historia, nos estarán acompañando en el transcurso del año.

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