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Ser bibliotecario en nuestra época significa armonizar en si las tendencias hacia la erudición ecuménica, la especialización profesional y el talante revolucionario; conciliar al humanista con el técnico y con el trabajador social en acción. Se trataría de un equilibrio entre Petrarca, Edinson y Trotsky; en suma : un ser hipotético, imposible, pero que existe y es útil a la comunidad.
Antes se definía al bibliotecario como el obstáculo entre el lector y el libro; ahora, habría que definirle como el relais que establece el contacto apropiado entre ellos.
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Así como el poeta debiera nacer armado para defenderse de la sociedad, el bibliotecario debiera nacer aprovisionado para afrontar las horas y los años de servicio.
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Los procesos técnicos son para el bibliotecario un verdadero work in progress, la obra nunca acabada, siempre perfectible y mayor.
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“Somos obreros de la información.. .”
(Carmen Morales)
"Resumiendo podemos decir que la profesión de bibliotecario es una profesión de amor a la cultura y amor a los semejantes, es pues una verdadera carrera de apostolado."
(Mary Weston)
Yo agregaría a estos perfiles que no se puede ser bibliotecario sino se tiene pasión y vocación de servicio. EL BIBLIOTECARIO ES LA CONJUNCIÓN ( COMO BIEN DICE LA PRIMERA DEFINICIÓN) DEL HUMANISTA, EL TÉCNICO Y EL TRABAJADOR SOCIAL.
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